"Chuang Tzu soñó que era una mariposa y no sabía al despertar si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba ser un hombre."
Las lejanas cumbres de las montañas imponían una robustez nívea contra el cielo azul. A medida que subíamos por serpenteantes senderos y atajos usados solo por las cabras de aquella región de Marruecos nos invadía una sensación de lejanía de todo confort que alentaba nuestros espíritus montañeros en su ascensión.