No me considero una persona aprensiva, pero las cosas que suceden en casa de mi madre es para reconsiderarlo. La casa tiene tres plantas y está incrustada en roca encima del mar. Yo suelo dormir en una pequeña habitación del piso de abajo, no en la mía o la que me destinaron en su momento, sino en la chiquitita pensada -pienso yo- para invitados.
Un alienígena alucinado.