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Mostrando entradas de abril, 2011

La intolerancia sin tiempo

El veto al velo musulmán no es un fenómeno contemporáneo, la xenofobia y el fanatismo siempre han existido y cobrado numerosas víctimas entre las minorías étnicas que han cohabitado un espacio y un tiempo con mayorías recelosas que no han dudado en ir contra sus propios intereses incluso -o sobre todo- económicos en aras de una depuración étnicas cuyas ventajas nunca se han podido demostrar. Cito a continuación un texto muy ilustra tivo: “ ...es mi merced y voluntad y mando que, además de lo en las dichas mis cartas contenido, ningunas personas, de cualquier edad que sean, de las mujeres de los dichos nuevamente convertidos no puedan traer ni traigan almalafas ni cubiertas las caras, pasados los dos años primeros siguientes, que se cuenten desde el día que esta mi sobrecarta fuere pregonada y publicada en las ciudades del dicho reino, que este término les doy para que puedan gastar las dichas almalafas que tienen hechas. Y pasados dos años, traigan mantos de paño y descubiertas l

Un círculo del tiempo

Jenny siempre fue una niña muy despistada, y también una lectora empedernida. Leyendo los libros de la biblioteca familiar se le iban las horas y los días, porque era incapaz de interrumpir la lectura de un libro sin haberlo terminado. Leía y leía echada en su cama, apoyada sobre un codo y dando la espalda a la puerta, con su mano libre se mesaba el pelo rojizo que caía en tirabuzones sobre sus hombros desnudos. Así pasaba Jenny los días de su infancia, leyendo con ansiosa indolencia sobre su cama, hechizada por las tramas de aquellos volúmenes, por sus personajes y sus historias, por su misterio. Tanto le absorbía la lectura que no se dio cuenta, hasta que terminó la lectura de aquel libro enorme siendo ya un fantasma, que en algún momento de la historia se había tenido que morir. Le costó un poco aceptar su nuevo estado, pero más por la curiosidad insatisfecha de averiguar cómo es eso de morirse que por el cambio de naturaleza que la muerte le había traído. Ahora era un fantasma y

Tiempo y duda

Lo que tal vez me lleva a escribir con cierta asiduidad es la posibilidad de enmienda que brindan los escritos, la tachadura que borra lo que al leerlo nos parece incorrecto o improcedente o desmesurado, que es muy parecido a modificar el pasado, a reescribir la propia historia para intentar librarnos de la culpa o escapar de la nostalgia. La palabra se diluye en el aire o se deslíe en el papel, se borra con una facilidad que quisiéramos para los recuerdos, se tergiversa en última instancia con un cinismo que duele menos que el inventario de nuestros actos en el tiempo. Porque uno debe rendir cuentas, si no ante otro -u Otro- ante sí mismo, de lo que uno ha vivido y por qué lo ha vivido así y no de otro modo, de por qué hizo lo que hizo o no hizo lo que acaso debió hacer, de por qué sí o por qué no, ya que cada uno de los actos, por mínimos o triviales que pudiesen parecer en su momento, tienen trascendencia siempre y a menudo de un modo trágico, aunque eso lo percibe uno muy a tras

Otro despiste

  Tras mantenerme despierto recurriendo a cantidad de sistemas, todos dentro de la ley, hasta estas horas de la madrugada dominguera, he podido comprobar que, una vez más, mi simpático despiste me la ha jugado. Otra vez. Quería mantenerme despierto para ver en directo la final del torneo de tenis de Miami entre Nadal y el serbio (no acierto a escribir su nombre sin erratas). No sé cómo creí entender que esa final se jugaba a las dos y media a eme de este domingo, pero acabo de comprobar que será este domingo pero a las siete de la tarde. Cojonudo. Me siento un capullo de bandera, como seguramente soy. Y lo pongo por escrito para que, si se me olvidara, alguno de ustedes (de vosotros) me lo recuerden cariñosamente en cualquier momento y con los colores me venga también el coraje para buscar un instrumento de cordura que me sirva para no terminar atrapado por mi propio caos vital. Pero no creo que a estas alturas... Para matar el aburrimiento y calmar el cabreo ha aprovechado para col