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Mostrando entradas de marzo, 2011

Breve aclaración

Creo que dejé incompleto mi post sobre lecturas más o menos obligadas. Y, lo confieso, no lo escribí tal cual lo sentía por la pereza de la hora, quiero decir que lo cercené a sabiendas, con esa crueldad indolente que anticipa el pecado de desidia. No creo que haya libros de obligada lectura, pero sí una especie de bibliografía personal forjada con los hallazgos proverbiales y las recomendaciones más o menos acertadas que van conformando una biblioteca vital, obviamente escasa, cuya lectura nos aportará, según el caso, diferentes interpretaciones de la vida. Quiero decir que la única posibilidad de honestidad es leer tal y como se vive, a la buena aventura, y no ciñéndose a un disparatado programa cuya urdimbre, para ser creíble, tendría que estar tramada en el Parnaso. Me acabo de dar cuenta de que trato de justificar una postura intelectual. Que cada cual lea a su modo y sírvase el pretendido erudito citar cuantas fuentes estime convenientes para que no haya duda de su erudici

Miguel Hernández--Elejía a Federico García Lorca

  Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas, y en traje de cañón, las parameras donde cultiva el hombre raíces y esperanzas, y llueve sal, y esparce calaveras. Verdura de las eras, ¿qué tiempo prevalece la alegría? El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas y hace brotar la sombra más sombría. El dolor y su manto vienen una vez más a nuestro encuentro. Y una vez más al callejón del llanto lluviosamente entro. Siempre me veo dentro de esta sombra de acíbar revocada, amasado con ojos y bordones, que un candil de agonía tiene puesto a la entrada y un rabioso collar de corazones. Llorar dentro de un pozo, en la misma raíz desconsolada del agua, del sollozo, del corazón quisiera: donde nadie me viera la voz ni la mirada, ni restos de mis lágrimas me viera. Entro despacio, se me cae la frente despacio, el corazón se me desgarra despacio, y despaciosa y negramente vuelvo a llorar al pie de una guitarra. Entre todos los muertos de elegía, sin olvidar el

Lecturas imprescindibles

Siempre que visito Barcelona aprovecho para recorrer sus bien surtidas librerías, donde se reconcilian como en ningún otro sitio la buena literatura con la literatura de moda, incluso cuando coinciden, o sobre todo entonces. En una de esas librerías recurrí a una dependienta con pinta de muy leída, diferente a los jóvenes empollones que hoy se contratan más por la extensión de sus conocimientos literarios que por su capacidad de juicios valorativos. A esa dependienta de pelo blanco y corto y clara pinta de intelectual -si es que los intelectuales tienen o han tenido alguna vez pinta de serlo- le pregunté por un libro que dudaba si comprar. Se titulaba 'El hijo del hijo pródigo', y de su autor, Soma Morgenstern, nunca había oído hablar. La señora me contestó que su lectura era inprescindible para la cabal comprensión de la literatura centroeuropea de la primera mitad del siglo XX. Nada más oírlo, tuve que resistir el impulso de replicar que, para mí, la comprensión de la lit

The Greatest

  He practicado artes marciales durante quince años, sobre todo 'Full Contact', pero también algo de Jiu-Jitsu, Thai Boxing y Hapkido. Cuando rememoro esos tiempos no tan lejanos siempre me queda un amargor, una añoranza de cierta gratitud, no porque tuviese yo cualidades para destacar en esas disciplinas, sino por el poco reconocimiento que estas reciben, una casi marginación, por parte de asociaciones deportivas y estamentos administrativos gobernados (¡cómo no!), por lo políticamente correcto; y, claro, entiendo que no se vea como político ni como correcto aplastarle la nariz a tu contrincante, como ocurre con frecuencia en los deportes de lucha. Un comentarista deportivo estadounidense dejó una frase memorable para la posteridad: “La otra noche fui a ver una pelea y estalló un partido de hockey”. No voy a entrar en puntillosas interpretaciones de la ética del 'fair play' en el deporte, que tan poco definida está, ni abundaré (y esto sí que daría jugo) en anécdotas i

Una vida

  Sales de la negrura para ser del tiempo, y en él quedas prisionero de por vida tus alas de querubín tiemblan con sus aleteos apresurados por recorrer la vida, y conoces la mentira la turbia faz de la huida y en el surco de la herida del alma acaso comprendes que eso que bravo defiendes no es más que una corta vida de luciérnaga encendida cuya luz nadie comprende. Y estás solo, al fin lo entiendes, en medio de un inmenso frío que pudiera ser eterno, mas el reloj sempiterno de tus minutos caducos te recuerda que un infierno de llamas ígneas y umbrío se nutre del desvarío de los que insensatos piensan que el tiempo todo lo arregla y al tiempo ceden las llaves de sus destinos baldíos. Y un día te ves rendido y al pie del tiempo postrado sin saber si has malgastado esos minutos vividos que el tiempo te había prestado (ahora lo has averiguado) sin tú habérselos pedido. Y da igual, todo comienza con la esperanza de un fin, ¡mira al tuyo con bravura!, sonríe al reloj y di: “ De la negrura s

Noche de luna

  Tumbado en la hamaca de la azotea, tomando baños de luz de la espléndida luna de marzo, Bvalltu parece reflexivo. Yo, cuando lo veo así, me echo a temblar, las reflexiones de Bvalltu no son moco de pavo, y siendo tozudo en defender sus argumentos, por precarios o disparatados que estos sean, acaba por embrollarte de tal modo que al final ni sabes de lo que estás hablando, o acabas tan desquiciado que dejas de lado la retórica y optas por el vocerío verdulero que tanto le gusta a este bicho. -¿Sabes la diferencia fundamental entre un pobre de un país pobre y un pobre de un país rico? -pregunta sin dejar de mascar un trozo de jamón que se le quedó entre los dientes al mediodía. -Pues así de pronto no. -La diferencia esencial es que el pobre del país rico sueña con poseer algún día un Mercedes 500; y el pobre del país pobre sueña con llegar a tener 500 Mercedes. Puede parecer algo sutil, pero en esa sutileza radica la base de todos los conflictos humanos. -Escupe la tira de jamó

Contar historias

  A los niños que fuimos y que, sin que sirva de menoscabo a la adultez, deseamos a veces seguir siendo, nos encantaban las historias. Esto es un rasgo común a culturas, etnias y religiones de cualquer época y en cualquier lugar de este planeta. Quien poseía el don del histrionismo conquistaba corazones (hoy día siguen haciendo eso los buenos actores) y disponía de un público fiel y emocionado. No es raro que los buenos rapsodas, los excelsos juglares gozasen del beneplácito de los poderosos. El paso crucial de la oralidad a la textualidad supuso un fenómeno convulsivo para los grupúsculos sociales que comenzaban a conformar una primitiva sociedad, lo mismo que para la actual sociedad lo está siendo la 'virtualidad' de internet. Lo que antes era narrado al calor de una hoguera pasó a ser un objeto escaso y precioso sólo al alcance de unos pocos, no siempre los más indicados, para degustar placeres que ya comenzaban a ser dominio del 'intelecto' y por tanto de los intele

Hipocresía

  Sé que divago en mis simplezas, pero aún así me parece escandaloso el miedo que las grandes potencias muestran hacia Gadafi. Que no es porque el hombre se comporte como cualquier dictador en sus cabales haría, sino porque es como si la situación de conflicto en el país del 'que reconcilió el islam con el comunismo' -ahí es nada- pillara a esas supernaciones en ropa interior y con el paso cambiado. Gadafi tiene la virtud de ser previsible, otra cosa es que los responsables de asuntos internacionales no hayan querido prestar la debida atención a su previsibilidad, o que habiéndolo hecho, sus superiores -siempre políticos con horizontes cortoplacistas- hayan considerado exagerados los informes de esas personas. Esto se da muy a menudo, a pesar de que el menosprecio de la potencialidad del enemigo haya sido la principal causa de ruina política de los gobiernos en la historia. Gadafi es un dictador psicópata al que se le ha permitido desplegar su paranoia porque los jugosos benefi

Mezcla de sangres

El historiador Joseph Pérez defiende la imagen de España desarmando con tozudez casi todas las argumentaciones que han sustentado la 'leyenda negra' de nuestro país. Tras contrastar un sinfín de datos y considerar discutibles evidencias concluye que España no hizo nada cuando le tocó ser imperio dominante que no hiciesen sus antecesores o sucesores en el trono del poder. Hay un dato, y no estoy seguro de si lo tiene en cuenta don Joseph, que podría explicar la inquina que los países desarrollados europeos le han tenido a España desde la época medieval. Es muy simple: España fue territorio musulmán durante ocho siglos; el resto de Europa, no. Matizando y para que no haya dudas: El islám floreció en Alandalús (como insiste el profesor Magdalena en que se escriba y se pronuncie) como no lo hizo antes ni lo haría después, alcanzando cotas que pocas culturas o civilizaciones han vislumbrado siquiera. Las ciencias y las artes florecieron con el apoyo de la clase dirigente y no serí

Adiós desde mi alma

Mis palabras son insuficientes para expresar tanto dolor. Sirvan, si pudieren, las de Miguel Hernandez, con mi amor y mi profunda pena: para mis tíos, tan carnales como mis padres, Antonia y Antonio. Yo quiero ser llorando el hortelano de la tierra que ocupas y estercolas, compañero del alma, tan temprano. . Alimentando lluvias, caracolas Y órganos mi dolor sin instrumento, a las desalentadas amapolas . daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado, que por doler me duele hasta el aliento. . Un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida, un empujón brutal te ha derribado. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida. . Ando sobre rastrojos de difuntos, y sin calor de nadie y sin consuelo voy de mi corazón a mis asuntos. . Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada, temprano estás rodando por el suelo

Hace frío que te cagas

Bvalltu no quiere salir porque hace mucho frío. Me pregunto si un extraterrestre es sensible a la temperie del mismo modo que los humanos; se lo pregunto; me responde que se le están congelando los huevos. Concluyo que la grosería es un mal cósmico. Dejamos la metafísica para hablar de fútbol. Mourinho es un capullo, Guardiola metrosexual, al Málaga no hay quien lo enderece, ni siquiera la sagrada palabra del Corán. ¿Hay un remedio para todos los males o más bien cada mal tiene su propio remedio? O sólo algunos males tienen remedio, o nada lo tiene. Bvalltu apuesta por esta última opción, pero su opinión es irrelevante porque su mundo no es de este reino. ¿Qué vio Ava Gardner en el padre de Miguelito Bosé? ¿Por qué están desapareciendo las 'mujeres fatales'? Si alguna fatalidad ha de lapidar mi vida, la quisiera de una mujer, con un cierto parecido a la Gardner, o la Hayworth, o a la Garbo, y no a una de esas insulsas hipersiliconadas que, a falta de talento, lucen liftings

El gran tour

  Leo en los periódicos que Zapatero está realizando una gira por países árabes cuya finalidad no está del todo clara y cuya oportunidad es cuando menos cuestionable. La gira triunfal tiene su fin en Túnez, donde pretende al parecer ayudar al nuevo gobierno en su transición hacia la democracia. Buena voluntad no parece faltarle. Pero yo no consigo imaginar qué puede ofrecer a los tunecinos, aparte de buenos consejos extraídos sin duda de su exitosa experiencia en el manejo de la crisis económica española. Pero sí puedo imaginar el tono general de una comida de altos dignatarios de ambos países; es más, creo poder imaginar incluso los detalles de la misma. Sería algo así. Zapatero y su homólogo magrebí sentados a la cabecera de una inmensa mesa repleta de viandas. Entre ellos, un traductor. Zapatero, ya comenzado el banquete, decide que es el momento de abordar las cuestiones importantes; y en vez de comenzar con un protocolario: 'MU-Y BU-E-NO ES-TE CUS-CÚS', dice en cambio: