Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de febrero 26, 2010

No soy un asesino

No pude hacerlo. Me faltó pasión, o me sobró misericordia, o tuve miedo a los remordimientos o a las represalias o a ambas cosas. Un personaje de 'La República' de Platón afirmaba que “nadie es justo por propia voluntad, sino por imposición”. ¿Funcionamos así también los locos? ¿Hacemos o dejamos de hacer en virtud no de supuestos impulsos inherentes a nuestra condición y que transgreden todo razonamiento sino por miedo a las consecuencias? En ese caso no estamos tan locos, supongo. Somos, como el resto del mundo, seres atrapados en la cultura del miedo y con miedo vivimos, sólo que con menos miedo que los cuerdos, de los que nos separa la capacidad que ellos parecen poseer de vislumbrar el límite, la señal de 'stop', el semáforo en rojo, y que los mantiene fuera de estos muros. Es esa línea o el miedo a esa línea lo que parece frenar a los cuerdos y no tanto a los locos. No estoy seguro. Yo sólo sé que tuve miedo. Y no pude matar al Cornucopia. Lo intenté, al menos