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Mañana de domingo

Leyendo el periódico en la terraza apenas caldeada por el tibio sol recién amanecido del domingo me demoro en una noticia que me atrae. Parece que hay una intención seria de construir una mezquita en la zona donde unos aviones muy bien pilotados -por desgracia- desintegraron las torres gemelas de Manhattan, en el corazón de Nueva York, en el corazón de occidente, despejando el terreno para la reflexión y para la imaginación constructiva y reconciliadora entre culturas abocadas a fusionarse. Requiero el parecer de Bvalltu, entretenido en retocar la momificación de un bostezo sin tiempo.

-Estaba escrito- replica, no sé cómo, sin concluir el bostezo, articulando de modo inverosímil el mecanismo maxibular como sólo los extraterrestres saben hacer.

-¿Qué y dónde?

-La culminación de un proyecto civilizador emprendido por los musulmanes hace siglos en tierras infieles.

No doy crédito. Le pido que se explique.

-Al-Andalus fue un proyecto frustrado por intransigencias cerriles e intransigentes oportunistas: Carlos Martel, Díaz de Vivar...

-Pero Bvalltu, eso implicaría una conspiración de una profundidad de método, tiempo y alcance del todo inimaginable con los conocimientos globales tan limitados y los recursos tan escasos de aquella Edad Media.

Me mira Bvalltu por encima de sus gafas de sol Ray-Ban y percibo el cinismo acostumbrado en el gesto tan sabido.

-¿Me lo explicas? -añado con frustración anticipada.

-Algún día.

-¿De tu escala temporal o de la mía?

-Antes de que te mueras -sabe crear expectativas, no cabe duda.

Vuelvo al periódico pero mi mente no consigue seguir el recorrido de mis ojos por sus páginas. Doy vueltas, cabreado como cada vez, a la ambigua, enigmática, zahiriente, vaga respuesta de Bvalltu a una cuestión de interés cierto para mí. O tal vez sólo se trate de cotilleo, quién sabe. Busco las páginas de sociedad. La duquesa de Alba resulta que...

Comentarios

pepa mas gisbert ha dicho que…
A veces leer el periódico es un ejercicio de autodestrucción.

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