Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero 29, 2009

El puritano

De entre la variada fauna que habita el universo gris de la intolerancia, uno de los especímenes más pintorescos –y también más dañino- es el puritano. Un puritano es una persona profundamente devota que no falta a misa un domingo así caigan chuzos de punta, profundamente convencida de que la doctrina religiosa, dictada por Dios, debe prevalecer por encima de cualquier ley terrenal, y   dispuesta en todo momento a animarte a que cumplas tus deseos siempre que no sean una fuente de gozo para ti. Para el puritano todo placer sensorial, emocional o intelectual es una clase singularmente maligna de pecado. La primera y quizá más chocante de las muchas contradicciones y majaderías que contiene el ideario puritano tiene que ver –como no podía ser de otra forma- con el sexo. El mandato divino obliga a la procreación para perpetuar el reinado del hombre sobre la Tierra, pero para procrear es indispensable practicar previamente el sexo, echar un polvo, vamos. Y aquí topamos con la paradoja qu