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Mostrando entradas de octubre 12, 2008

Vacío

Hay ocasiones en las que uno no sabe sobre lo que escribir, aunque escribir sea un medicamento prescrito por el instinto de supervivencia. Son los ‘días marrones’ de los que se lamentaba Audrey Hepburn en una inolvidalble escena en la escalera exterior de su apartamento ante George Peppard, en ‘Desayuno con diamantes’ (gracias por todo Billy Wilder). Yo llevo semanas padeciendo esos días, o tal vez un interminable día que dura semanas. Adoro a Ray Bradbury, pertenece a una raza de escritores que no precisan lápiz ni papel: sus creaciones son trucos de magia y nunca se le ve nada en las manos, crea a la manera de los dioses, sin que los humanos alcancemos a conocer los ingredientes ni la manera de cocinarlos. Dice Bradbury que para escribir hay que vomitar por la mañana y limpiar por la tarde. Su curiosa metáfora lo dice todo, no hay límites para la creación, sólo acertados recortes y aditivos para mejorar el producto, o al menos ponerlo bonito. Y eso es todo. Tan fácil y tan compli

soneto sin sentido

No hay recompensa para mi labor paciente Ni habrá esquela vana en ningún periódico Mi búsqueda tiene por fin lo ilógico: Entregarte el origen de mi amor doliente.   Cuando casi lo tengo, un azar impertinente Me distrae y cesa mi denuedo antológico Y herido y humillado me desespero, es lógico Si piensas que he sufrido y luchado contracorriente.   Combato contra el sino que a ti me ayunta, Un desigual combate que mi fe no menoscaba Consciente como soy de que eso ya no abunda   Mas intuyo que este eterno luchar se acaba Que pronto descansaré junto a tu tumba. ¡Que alguien cruce sobre la mía mi espada!

Mis carencias

Una pulsión de mi intelecto me exige que examine mi conciencia y dictamine sus veredictos. Tengo la mente obstruida y mis pensamientos residen, ajenos a mí voluntad, en un limbo idiota. Espero ir poco a poco recuperando la capacidad de pensar en cosas vanas, y vanamente plasmar mis reflexiones en este espacio al que tengo tanto apego. Será cosa de días o de meses, no lo sé, pero sí predigo que desgarrados debates levantaré ante mí mismo. Hoy no tengo perspectiva, mañana será distinto. No por vanidad he puesto enlaces de relatos que me han publicado en Letralia. Cuantos he enviado han sido publicados y eso me pone nervioso. Soy suspicaz, pero siendo consciente de la autoridad literaria de esa editorial, me rindo y sólo digo gracias.

Tú otra vez

No consigo recordar que he de olvidarte Que es el pasado otro mundo y otra esfera Otro universo irrescatable, aunque quisiera Rescatar vilezas tuyas para despreciarte.   Te amo aún aunque hay mil hechos para odiarte Y aunque me empeño no encuentro la manera (y en ese empeño se me va la vida entera) de dictar tu condena al ser yo juez y parte.   Condeno tu frialdad premeditada y tu  encender un fuego en mí que es hoy rescoldo Las prometedoras llamas por ti apagadas   No te juzgará mi curtida piel de olmo y una duradera vida triste y amargada me espera por esperar algo en tu fondo.