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Divagaciones perezosas

Pero, ¿está usted seguro de que fue el mayordomo?

Necesito a Machado, a Borges, a Bécquer, a Quevedo, a Valle-Inclán, a Cervantes….

Hay que imponerse la tarea obligatoria de escribir un poco cada día.

Hay que obligarse a escribir un poco cada día.

Hay que escoger la disciplina de la escritura diaria.

Hay que escribir, para uno y siempre para uno, obligarse a reflexionar, calentando un poco las neuronas como en un ejercicio gimnástico, y adentrarse en lo más íntimo y profundo de la mente, de los sentimientos, como quien va de caza, de manera imprevista y sin avisar, pero también con tiento, porque nuestro subconsciente está plagado de alarmas delatoras para rechazar los asaltos de nuestra voluntad.

 

‘Lo bien dicho sólo me seduce si dice algo interesante’….Machado.

 

‘Las personas con el estómago vacío no desesperan del universo, ni siquiera piensan en ello’…George Orwell.

 

Connolly escribía pensamientos inconexos sobre la marcha, aforismos geniales, como Nieztche, Lichtenberg, La Rochefoucault, Pascal, Montaigne, pero puede que existiese un hilo conductor, yo no lo podría asegurar; de Montaigne dice Pascal que salta de un tema a otro buscando aire fresco, consciente de la deficiencia de un método recto.

 

Escribir lo primero que te salga del alma, sin mirar la gramática. la sintaxis, ni la semántica, mucho menos los errores de tecleo, ya se enmendará todo si merece la pena, pero que quede constancia de que el volcán que a menudo inunda, quemándola, tu mente, se desahoga por otra chimenea y así poder, con suerte, sacar conclusiones provechosas.

 

Un consejo de escuela literaria: no cambiar nunca la persona que relata, primera o tercera (segunda, si eres temerario), para no despistar al lector, pero, si eres tú mismo ese lector, ¿qué importancia tiene?

 

Releer lo ya escrito sólo puede servir para que te arrepientas, así que no releas.

 

Esta última frase puede, y tal vez debe reescribirse con mejor estilo, pero no puedo molestar a mi pereza.

 

Montaigne, Lichtenberg, Marco Aurelio….moralistas y nada más que moralistas; peor, moralistas con moralina; pero geniales (técnicamente geniales) en sus planteamientos y en sus conclusiones. Borges se quedó ciego y Beethoven sordo; ironías del destino, grandezas del arte, victorias de la voluntad.

 

Quevedo, maldito truhán, qué apaño arreglaste con el diablo para, sin levantar sospecha de soberbia, reinar en el país de la pluma….tal vez Góngora tuviese la respuesta.

 

Querido Thorton Wilder, con tus ‘idus’ demostraste que el correo funcionaba bien en el siglo inicial del calendario cristiano…para luego ir desmejorando con el paso de los siglos, al menos en Hispania, hasta la debacle pura. Y como consecuencia aparecieron empresas de transporte alternativas, de mensajes y de otros menesteres, que suplieron esa carencia….y a ello debo el placer de estar hoy escribiendo en vez de levantando muros de ladrillo.

 

La victoria sólo llama una vez a tu puerta, y no debes resistirte a su llamada, porque quien llama es la muerte y tú eres su trofeo, que ella reclama. Venció de nuevo, como suele ser costumbre en ella.

 

Suelo estar confuso ante la vida, y eso me hace sentir vivo; pero, si en alguna ocasión, lo veo todo claro, desconfío.

 

Busco la soledad por cobardía y por comodidad, por la cobardía de no enfrentarme al mundo cara a cara y por la comodidad que siempre reporta el deber no cumplido, y tal vez me pase esa aparente elusión de mis responsabilidades factura algún día, pero para cobrar, mi conciencia demasiado tarde arrepentida, habrá de recurrir al cobrador del frac, o a hacienda, que hace lo mismo pero con más mala leche.

 

En un hotel donde me suelo refugiar para protegerme de mí mismo, la habitación contigua la ocupaba en una ocasión una pareja de ingleses, o al menos anglosajones, que llevaba ya dos noches perturbando sonoramente mi intimidad, lo que me enojaba más de lo que estaba dispuesto a admitir y por ello me enfadaba más aún (a esto los psicólogos lo llaman proceso recursivo). Sólo hacían ruido (las paredes eran de papel), pero un ruido enigmático. A ratos parecían estar haciendo el amor, y, de repente, traspasaban las paredes vientos de batalla, como de reyerta íntima, y puertas que se cerraban de forma violenta alteraban la calma de mi habitación y de mi paciencia. Luego el silencio, y tras un breve periodo de tiempo, susurros de cariño apagaban cualquier otro sonido. Tal vez la reconciliación, o mi peculiar manera de interpretar las cosas; paradójicamente, sus enigmáticos fragores daban un sentido a mi desvelo, tal vez porque me recordaban que no existo solo, sino en solitario.

 

Leído en una revista supuestamente seria: “Cuando la edad de uno es mayor que el número de su talla de zapatos, es muy difícil cambiar de vida”. Mi edad y la talla que calzo no difieren en muchos dígitos, ¿estaré condenado a la monotonía de no poder ya sorprenderme a mí mismo? ¿A la desdicha de ser invariablemente yo hasta que me muera? ¡Qué espanto! Seguir desperdiciando la vida como hasta ahora debería aterrarme…si fuese sensato, por suerte no lo soy y esa visión me deja indiferente, aparte de que no sé si es bueno o malo para mi que ese juicio sea cierto, y, para colmo, ni siquiera estoy seguro de querer cambiar mi modus vivendi, al menos en lo esencial y a corto plazo. En realidad lo que me produce indiferencia (rectifico, lo que cada vez me molesta menos) son las afirmaciones categóricas y generalistas; son difícilmente refutables, pero no prueban nada de manera definitiva e incontestable. Son , en resumen, comodines para las conversaciones (de personas) irrelevantes.

Comentarios

El Doctor ha dicho que…
En Punto y aparte dice un par de cosas Italo Calvino,que me hace pensar:

"El ruidoso momento que estamos atravesando abre una época ideal para hablar y publicar lo menos posible y para tratar de entender mejor cómo están las cosas."

"El arte de escribir historias es saber sacar de lo poco que se ha aprendido de la vida todo lo demás;pero acabada la página se reanuda la vida y no se da cuenta de que lo que se sabía es muy poco."

Un fuerte abrazo.

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