Ir al contenido principal

Dice Bvalltu

Dice Bvalltu:

 Pasan los años llevándose jirones de mi piel, despojándome de mi ceñida envoltura, desnudándome y abriendo paso a la luz hasta mi carne lacerada, palpitante y cruda;  y hasta mis venas como infinitos afluentes sinuosos que llevan alimento a mis moléculas, a mis células, a mis entrañas, y aportan aún vida a esta vida que consumo sin delicadeza, alimentando a un organismo que no es ya sino un conglomerado de heridas, dolores y recuerdos, que continúa latiendo por inercia, replicando al tictac de lo relojes, perdido y ciego en este mundo plano, llano, sin horizonte. Lejanos rumores de esperanza ensanchan de tarde en tarde un poco más mi enorme llaga con su remisión temprana. Vivo rodeado por falsas alarmas, embozado en una frazada y acostado sobre una cama dura y fría de arpillera, soportando el paso de las horas, el peso de mi memoria y la angustia de saberme solo, irremisiblemente solo bajo las estrellas, aguardando, siempre aguardando, una señal, una ráfaga fugaz de luz de aurora, un sonido de otro infierno menos frío, el gemido estremecido y moribundo de un gato que agoniza en el callejón, bajo una lluvia pegajosa y húmeda como el beso de una serpiente. Añoro los recuerdos que me han robado, siento como un puñal de fuego el hueco que han dejado y que ahora habita el olvido, ese olvido que es tan doloroso como la promesa que nunca cumplí, tan insoportable como un órgano trasplantado que el cuerpo rechaza, tan abismal y tenebroso como la densidad de los océanos, tan inevitable como el miedo. Con la certeza de que nada nuevo en el universo sucederá sin yo sufrirlo, me aferro a mi manta y trato de ahuyentar a los demonios que me llaman con cantos obscenos para poder dormir sin sueños sobre mis despojos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Política extraña

Parece que el mundo presenta indicios de cambio, lo que siempre es una buena noticia a la vista del rumbo que lleva desde que los humanos lo dirigen –con alarmante férrea mano y escaso juicio desde la revolución industrial del siglo XVIII, para poner coordenadas y centrar nuestro momento histórico-. Las elecciones primarias que se celebran en los Estados Unidos son fiel reflejo de dicho cambio. ¿Una mujer y un negro con opciones de alcanzar la presidencia? Atónito estoy, no doy crédito, alobado, vamos. Aunque parece que el voto latino pesa más que en otras ocasiones, no creo que sea razón suficiente para explicar este hecho. Algo visceral está sufriendo una transformación en el seno de la sociedad norteamericana, que es decir la civilización occidental. Y ese algo a lo mejor no será conocido hasta que el tiempo y los exegetas de la historia pongan los puntos sobre las íes del actual panorama sociológico; y a lo mejor eso puede demorarse decenios, tal vez siglos. De momento no puedo d

Anécdota sobre Dalí

Refiere Fernando Arrabal una anécdota sobre Dalí que tal vez arroje alguna luz sobre la compleja personalidad del pintor. Según cuenta el escritor se encontraban ambos en Nueva York y Dalí invitó a Arrabal a una fiesta privada en la que era muy posible que se dieran prácticas orgiásticas.

Opinar

A veces opino de cualquier cosa en este blog pero como un ejercicio de reflexión, más o menos liviano o sesudo en función de la hora y del ánimo. Por eso quiero dejar claro que cualquier parecer, juicio o afirmación mías acerca del asunto que sea son fácilmente revisables con las indicaciones adecuadas y, llegado el caso, hasta desmentidas sin el menor pudor por mi parte. La naturaleza de las personas inteligentes debe poseer una faceta de rectificación que los honra intelectual y moralmente. Por desgracia, ese no es mi caso. Soy un veleta y en el fondo muy pocas cosas me atraen lo suficiente como para tomar posición respecto a ellas. Si cambio de opinión respecto a un asunto, por vital que pueda ser o parecer se debe llanamente a que la opinión previa carecía de convicción al ser enunciada; peor todavía, más de una vez me he pronunciado para que quien me leyese pensara que yo tenía algún tipo de opinión sobre algo. Cuando la verdad desnuda es que no tengo claro casi nada, y casi nad