Ir al contenido principal

Un amigo


Me lo contó un amigo. Me limito a publicarlo. Mi amigo, al parecer, había tenido sus más y sus menos con el alcohol. Me refiero al whisky, al gin tonic y todo eso. Se excedió en su consumo por un tiempo y llegó a convertirse en alcohólico, moderadamente, digamos, si eso es posible, pero alcohólico al fin y al cabo. Una semana de planeada excursión familiar a una isla idílica mi amigo se dejó llevar por su vicio y por unas terribles ganas de dar por culo, para que sus hermanos no volviesen a invitarlo a eventos peregrinos y sin sentido para él. Se pasó varios pueblos. No controló. Sus hermanos pensaron con horror que mi amigo era presa de una enorme, inabordable dependencia que sólo con la ayuda de expertísimos profesionales y tras una larga terapia podía ser afrontada. Él no podía, de ninguna manera salir del hoyo por sí mismo. Sus hermanos supuraban miedo. Mi amigo, ante tan inesperado planteamiento de una realidad inexacta–por falsa-, contemporizó (a veces, por no querer herir, acaba uno siendo herido). Asumió todo aquello que le achacaron con estoicismo fingido y se hizo la paz. Hoy se pregunta si mereció la pena extralimitarse, porque ahora resulta que no le apetece dar explicaciones. De ningún tipo. Bajo ninguna circunstancia. Él tiene claro el problema y no le da mayor importancia. Pero, me dice tras un trago de ron cola, ¿Tú crees que mis hermanos me creerán?

Comentarios

Enrique Páez ha dicho que…
Me alegra que sigas escribiendo, y bien. Te seguiré leyendo, pues. Un abrazo
hombredebarro ha dicho que…
Lo mejor es no quitarle la razón a nuestros redentores.
amigaduplo ha dicho que…
¿Porqué no iban a creerte?.Quién mejor para ello que las personas que te quieren.Quizás no quieren ni necesitan redimirte,tal vez solo pretenden ayudar en algo que ellos mismos desconocen y tú con tu extralimitación has llevado a confusión.Querido amigo,si los eventos familiares son peregrinos y no tienen sentido,dílo, pero dílo claro desde el respeto y el cariño. No creo que sea necesario dar por culo para que se enteren y te respeten. Ni hacer daño de forma gratuita. Decididamente, no vale la pena.
Luis Recuenco ha dicho que…
Amigaduplo, yo no puedo interferir en los problemas de mi amigo si él no lo consiente. Tal vez se las pueda arreglar solo, quién sabe.
Luis Recuenco ha dicho que…
Amigadupolo, hasta ahora no he caído. Eres uno de mis ángeles. Tienes razón en todo. No espero tu perdón pero no puedo dejar de pedir disculpas por mi irresponsable comportamiento que ha causado tanto daño. No puedo dar marcha atrás para cambiar lo sucedido, sólo prometeros que si me dais otra oportunidad, demostraré con el tiempo que soy digno de vuestro amor.

Entradas populares de este blog

Política extraña

Parece que el mundo presenta indicios de cambio, lo que siempre es una buena noticia a la vista del rumbo que lleva desde que los humanos lo dirigen –con alarmante férrea mano y escaso juicio desde la revolución industrial del siglo XVIII, para poner coordenadas y centrar nuestro momento histórico-. Las elecciones primarias que se celebran en los Estados Unidos son fiel reflejo de dicho cambio. ¿Una mujer y un negro con opciones de alcanzar la presidencia? Atónito estoy, no doy crédito, alobado, vamos. Aunque parece que el voto latino pesa más que en otras ocasiones, no creo que sea razón suficiente para explicar este hecho. Algo visceral está sufriendo una transformación en el seno de la sociedad norteamericana, que es decir la civilización occidental. Y ese algo a lo mejor no será conocido hasta que el tiempo y los exegetas de la historia pongan los puntos sobre las íes del actual panorama sociológico; y a lo mejor eso puede demorarse decenios, tal vez siglos. De momento no puedo d

Anécdota sobre Dalí

Refiere Fernando Arrabal una anécdota sobre Dalí que tal vez arroje alguna luz sobre la compleja personalidad del pintor. Según cuenta el escritor se encontraban ambos en Nueva York y Dalí invitó a Arrabal a una fiesta privada en la que era muy posible que se dieran prácticas orgiásticas.

Opinar

A veces opino de cualquier cosa en este blog pero como un ejercicio de reflexión, más o menos liviano o sesudo en función de la hora y del ánimo. Por eso quiero dejar claro que cualquier parecer, juicio o afirmación mías acerca del asunto que sea son fácilmente revisables con las indicaciones adecuadas y, llegado el caso, hasta desmentidas sin el menor pudor por mi parte. La naturaleza de las personas inteligentes debe poseer una faceta de rectificación que los honra intelectual y moralmente. Por desgracia, ese no es mi caso. Soy un veleta y en el fondo muy pocas cosas me atraen lo suficiente como para tomar posición respecto a ellas. Si cambio de opinión respecto a un asunto, por vital que pueda ser o parecer se debe llanamente a que la opinión previa carecía de convicción al ser enunciada; peor todavía, más de una vez me he pronunciado para que quien me leyese pensara que yo tenía algún tipo de opinión sobre algo. Cuando la verdad desnuda es que no tengo claro casi nada, y casi nad