Ir al contenido principal

Yo y yo


Los humanos, cuando crees que su crueldad no conoce otros límites que los del hastío que acaba por producirles tanto esfuerzo por hacerse daño, te sorprenden con gestos tan opuestos a lo atroz en el espectro moral que podría pensarse que hay dos personalidades distintas, dos grupos sociales contrarios en el seno de cada persona y de cada sociedad, respectivamente. Y no le faltaría razón a dicho postulado, porque pareciera que alguien depositó en el alma atávica, tanto singular como grupal, del hombre y de sus colectividades, dos semillas diferentes que al germinar otorgaran a un mismo organismo la capacidad para lo mejor y para lo peor. Según el psiquiatra Víktor Frankl, que sufrió durante años la crueldad de un campo de concentración nazi -y la pérdida, a manos de ellos, de su seres más queridos-, un oficial de la Gestapo de afamada crueldad con los prisioneros a su cargo vivió los últimos años de su vida dedicado a procurar el bienestar del pueblo argentino que sin saberlo lo albergó. El ser humano, cuyos actos soberanos no dejan de ser imprevisibles, es a su modo un dios con potestad para decidir destinos a voluntad y para salvarse o condenarse como individuo y como especie. El problema es que nadie le ha dicho cómo debe conducirse un dios, por pequeño que sea. Y si la historia nos enseña algo, es lo mal que se le da improvisar.

Si yo no fuese yo y fuese otro por un tiempo, ¿me podría añorar a mí mismo sin caer en una contradicción?

Comentarios

Enrique Páez ha dicho que…
Luis: Yo creo que sí. Y hasta podrías añorar lo que nunca has sido, el hermano que no tuviste, o la ciudad que no viviste.

Entradas populares de este blog

Política extraña

Parece que el mundo presenta indicios de cambio, lo que siempre es una buena noticia a la vista del rumbo que lleva desde que los humanos lo dirigen –con alarmante férrea mano y escaso juicio desde la revolución industrial del siglo XVIII, para poner coordenadas y centrar nuestro momento histórico-. Las elecciones primarias que se celebran en los Estados Unidos son fiel reflejo de dicho cambio. ¿Una mujer y un negro con opciones de alcanzar la presidencia? Atónito estoy, no doy crédito, alobado, vamos. Aunque parece que el voto latino pesa más que en otras ocasiones, no creo que sea razón suficiente para explicar este hecho. Algo visceral está sufriendo una transformación en el seno de la sociedad norteamericana, que es decir la civilización occidental. Y ese algo a lo mejor no será conocido hasta que el tiempo y los exegetas de la historia pongan los puntos sobre las íes del actual panorama sociológico; y a lo mejor eso puede demorarse decenios, tal vez siglos. De momento no puedo d

Anécdota sobre Dalí

Refiere Fernando Arrabal una anécdota sobre Dalí que tal vez arroje alguna luz sobre la compleja personalidad del pintor. Según cuenta el escritor se encontraban ambos en Nueva York y Dalí invitó a Arrabal a una fiesta privada en la que era muy posible que se dieran prácticas orgiásticas.

Opinar

A veces opino de cualquier cosa en este blog pero como un ejercicio de reflexión, más o menos liviano o sesudo en función de la hora y del ánimo. Por eso quiero dejar claro que cualquier parecer, juicio o afirmación mías acerca del asunto que sea son fácilmente revisables con las indicaciones adecuadas y, llegado el caso, hasta desmentidas sin el menor pudor por mi parte. La naturaleza de las personas inteligentes debe poseer una faceta de rectificación que los honra intelectual y moralmente. Por desgracia, ese no es mi caso. Soy un veleta y en el fondo muy pocas cosas me atraen lo suficiente como para tomar posición respecto a ellas. Si cambio de opinión respecto a un asunto, por vital que pueda ser o parecer se debe llanamente a que la opinión previa carecía de convicción al ser enunciada; peor todavía, más de una vez me he pronunciado para que quien me leyese pensara que yo tenía algún tipo de opinión sobre algo. Cuando la verdad desnuda es que no tengo claro casi nada, y casi nad